Acuérdate tú de mi sangre, mi hermano,
del tiempo que pasa.
Del viento que viaja.
Ámame sin preguntar, como un niño.
Llévame siempre de tus manos, mi sol,
y cúbreme fuerte con tu calor.
Acuérdate siempre hermano, mi hermano mío,
del crepúsculo que fue.
De la inocencia que perece,
y no te aflijas, mi sangre,
que el silencio de la noche
nos protege.
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mpt
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